miércoles, agosto 02, 2006

El sastre de Ulm

Albert Ludwing Berblinger, más conocido aquí como "El sastre de Ulm". Dicen que fue la persona que realizó el primer vuelo... os cuento una historia:

Albert Ludwing Berblinger nació en 1770. Fue educado para ser sastre, pero a él lo que le gustaba era inventar. Se entretenía realizando pequeños artilugios como por ejemplo miembros ortopédicos.

Berblinger tenía a veces el sueño de volar, así que diseñó y construyó un aparato volador con restos de madera, espinas de pescado, seda y cordones de seda. Se supo que le costó grandes cantidades de tiempo y de dinero la construcción de las grandes alas. Se decía que con ellas había saltado desde la montaña Michel y había conseguido "volar", manteniéndose supendido de casa en casa. No fueron grandes saltos sino que fue el primer deslizamiento sobre el aire de la historia de la aviación.

El sastre anunció que volaría en público para que todo el mundo lo viera. Casualmente se anunció en Ulm la visita del rey de Wütemberg, Federico I ¡Se podía pedir algo tan espectacular como un vuelo! Por ello, Berblinger aplazó la promesa de la cita hasta que el rey llegara. Y lo haría además saltando desde una plataforma a cierta altura, situada a la orilla del Danubio, para conseguir sobrevolar el río hasta la otra orilla.

Y llegó el día y saltó el sastre... pero las condiciones no eran tan favorables como en su primer intento y cayó al agua. La vergüenza fue tal, que el sastre se marchó de Ulm para no volver.

(+) Más histórica y con un final diferente...

Por cierto, una gran sorpresa... un poema de Bertolt Brecht (que además es el que Fabio nos leyó en nuestro tour por Ulm) escrito en honor al sastre, aquí en alemán y aquí en español:

El sastre de Ulm (1592)

-¡Obispo, puedo volar!
-le dijo el sastre al obispo-.
¡Fíjate, voy a probar!
-Y con algo como alas
el sastre subió al lugar
más alto de la catedral.
Pero el obispo no quiso mirar-.

-Como el hombre no es un ave,
eso es pura falsedad
-dijo el obispo del sastre-.
Nadie volará jamás.

-El sastre ha muerto -la gente
al obispo fue a informar-.
Fue una locura. Sus alas
se tenían que desarmar.
Y ahora yace destrozado
sobre la plaza de la catedral.

-¡Que repiquen las campanas!
Era pura falsedad.
¡Como el hombre no es un ave
-dijo el obispo a la gente-,
nunca el hombre volará!

3 comentarios:

Mario Sopena Novales dijo...

es el primer poema que leo en aleman...y no esta tan mal del todo (hasta se entiende!!!!!)

podrias abrir una seccion en tu blog para poemas y frases echas o refranes en alemán...

ya sabes: Wenn die Krahe niedrig fliegt....

:Paticas dijo...

Pues el señor Sastre de Ulm tiene un peli y todo!

Anónimo dijo...

Amiga!!! Nunca olvidare ese dia!! Gracias por este pedacito de tu blog! Nos divertimos bastante no..? Creo que conseguire trabajo como guia turistico en Ulm y vuelvo... que te parece??