Muchas cosas han pasado desde la última vez que escribí en el blog... así que he decidido ponerlo un poco al día.
Este año por Semana Santa mis amigos propusieron un viaje a Oporto. Yo nunca había estado en Portugal así que me pareció muy buena idea.
Oporto parece una ciudad diseñada para turistas, tiene todo lo que uno podría pedir: casas con encanto, callejuelas, vistas desde lo alto, vistas desde lo bajo, un río, puentes y barquitos, tranvía de época, teleférico, comida y vino... bueno, oporto.
Nos dio un poco de pena ver que la ciudad está decayendo, que hay edificios preciosos muy dejados, al parecer tienen una ley de renta antigua y no pueden subir los precios a los inquilinos con lo que los dueños de los edificios no invierten dinero en restaurarlos y al final se quedan abandonados. He oído que algunos extranjeros están empezando a comprar las casas, espero que eso reavive un poco los barrios porque de verdad que vale la pena.
La verdad es que fue un viaje chulo y relajado.Y hasta Andy pareció darle el visto bueno al albergue :)