El retorno es siempre algo extraño. No somos de Karlsruhe, pero es esa extraña sensación de bajar del Straßenbahn (tranvía) y saber hacia dónde tienes que ir, sin pensar. No duermes en esa ciudad, ni tienes casa allí, pero conoces los bares y los sitios a dónde ir. Es el retorno.
De siempre han dicho que el mapa de Karlsruhe tiene forma de abanico, ya que la ciudad se abre en calles radiales y concéntricas, con centro en el Schloss (castillo)...
aunque yo le veo otra forma... ¿no?
Y hablando de empanadillas... es necesario un viaje al pasado. Me siento en la obligación de dejar el link al famoso sketch de la empanadilla de Móstoles... ¡¡qué ídolos eran Martes y Trece!!
PD: Xiana... ¡va para ti!
2 comentarios:
snif, ver la foto del schloss me ha puesto melancolica. A ver si nos vemos un dia de estos. Besitos.
Debe ser extraño volver, además de ser una ciudad preciosa es parte de vuestra vida... :)
Besitos de morriña, Laura
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