Hoy he descubierto por qué me olía rara la habitación... patatas podridas.
Uf, esto me hace reflexionar profundamente sobre la vida y la muerte, la eterna juventud, los misterios del envejecimiento... ¿a vosotros no?
Recordaba haber leído un artículo en el que se explicaba por qué nunca se conseguiría frenar el envejecimiento de las células... pero no he encontrado nada parecido. Al contrario, hay multitud de artículos que mantienen la esperanza de controlar esa enzima o esa hormona que nos hace envejecer. Los últimos experimentos intentan demostrar que hacer dieta ¡prolonga la vida! Si lo he entendido bien, comer menos hace gastar menos energía y por lo tanto las células se desgastan más despacio... habrá que esperar para saber si es cierto.
Mientras, os dejo un link hacia la búsqueda de la inmortalidad... para que no intentéis cosas que ya se ha visto que no funcionan.
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