sábado, mayo 28, 2011

Chile, la boda

Y volvimos a Chile. Esta vez por una buenísima causa, que Claudia y Carlos se casaban :D

Tras un largo vuelo Heathrow-Santiago de Chile, haciendo escala en Madrid, nos encontramos con Luis, Álex y Leonor frente a la casa de la Moneda... al cabo de unas horas por Santiago ya partíamos hacia Temuco, para la celebración del día siguiente... ¡lo que no sabíamos era que el recibimiento sería tan bueno! Buena carne, buen vino y buena compañía. Una cena en el departamento (piso) de los futuros novios, con visitas familiares incluidas :)

Mario y Carlos se dan el fileteAquí con la Claudia
A la mesa
El buen vino chileno
El día de la boda, Mario y yo nos dividimos para perseguir a la pareja todo el día, que ultimaba los preparativos. Por la tarde arreglarse y por la noche, el esperado momento... ¡bodorrio!

Con el aún soltero¡¡Con los ya casados!!
Al día siguiente, con la incertudumbre de si la niebla haría que cancelaran nuestro avión de Temuco hacia Santiago (donde teníamos que coger otro a Calama), decidimos alquilar un coche, lo que nos dio tiempo para asistir a una comida familiar en el campo de Carlos.

Cooorderooo :D~Paseo por la granja y despedida

Falta decir que la carne en el horno de leña estaba deliciosa y que disfrutamos también los alfanjores que Claudia nos dio para el largo viaje en coche hasta Santiago (¡7 horas!). Fue una despedida dura, pero los recién casados tenían que prepararse ahora para su luna de miel en Cuba y nosotros nos dirigíamos hacia nuestras nuevas aventuras en el norte de Chile...

¡continuará!

2 comentarios:

Mario Sopena Novales dijo...

Como que Mario y Carlos se dan el filete?!?! el filete nos lo dimos todos!! y el asado, la empanada, el pastel de choclos... argghhhh

Darumesten dijo...

Los chilenos son un amorrrr! Bueno y los españoles con los que viajaba también ;)